Les comparto este bello CORTOMETRAJE ANIMADO que toca hechos de la realidad basados en un mito del pueblo
Ayoreode. Es una reflexión que contiene elementos autóctonos suramericanos, en él podemos apreciar componentes de pertenencia a la tierra: indignación, unidad, solidaridad y esperanzas -valores característicos de los pueblos nativos-, junto a antagónicas actitudes generadas por las envolventes corrientes neoliberales como el olvido y el irrespeto a la herencia indígena, el descuido de lo esencial, el egoísmo y el deseo de posesión, el hambre de control y de poder.
Se trata de un animado que tiene como escenario el Altiplano Andino, zona donde nace la fuente de riquezas de nuestra región. Es en los páramos, la puna y la jalca de los Andes donde brota el agua que luego se convierte en riachuelos, acequias y, más adelante, en ríos de grandes proporciones como el Amazonas, el Orinoco, el Ucayali, el Paraná, el Marañon, el Magdalena, entre muchos más. Las vertientes y caudales de estos ríos han formado –pese a todo aun siguen y continuarán haciéndolo- la incalculable belleza geográfica, la infinita biodiversidad de estas tierras y la multiplicidad cultural de los pueblos que se han asentado en sus orillas.
Este trabajo fue realizado por The Animation Workshop en Viborg, de Dinamarca, Nicobis, Escorzo y un grupo de animadores bolivianos. Toca con mucha profundidad el problema del agua y las medidas macroeconómicas de nuestros gobiernos, quienes presionados por las lógicas económicas globalizadoras, desacralizan este y otros elementos que hacen parte del inventario del bien común planetario, privatizando incluso aquello que es indispensable para la existencia humana: como el agua, entre otros recursos más.
Disfruten de este corto animado y dejemos tocar por la esperanza del cambio como bien lo hace este corto.